El cuero cabelludo tiene varias funciones: barrera física, protección inmunológica, aislante térmico, producción de grasa lubricante, entre otras.
Las glándulas sebáceas producen ácidos grasos que lubrican y dan brillo natural al pelo, las glándulas sudoríparas aseguran el equilibrio térmico y eliminan toxinas.
La contaminación y la radiación son agresores externos, los cambios en el metabolismo, los cambios hormonales y nutricionales también influyen en el funcionamiento de las glándulas del cuero cabelludo. Una escasa limpieza o un exceso en la aplicación de productos pueden causar exceso de sudor y grasa que aumenta la irritabilidad y puede estimular la aparición de la caspa.